martes, 16 de octubre de 2012

EL PEDRÓN DE PADRÓN.

Vamos a hablar hoy de una bonita localidad, cargada de historia y leyendas que esconde en el interior de uno de sus templos, un objeto realmente especial.
Se trata de Padrón, quien ha tomado su nombre por la deriva de la palabra pedrón; un militario romano que estaba enclavado en la orilla de la ría de Arosa y al que según la leyenda, se ató la barca que portaba el cuerpo del Apóstol Santiago ya muerto, desde tierras de Palestina.


Este pedrón, que hoy se encuentra en la iglesia parroquial de Santiago de Padrón, dio origen al topónimo del pueblo.
Desde que los restos del Apóstol fueron llevados a Santiago de Compostela, Padrón se convierte en el principio de la ruta hacia el sepulcro para los peregrinos que llegan por mar.
También se convierte en objetivo para los saqueadores vikingos y normandos entre los siglos X y XI, por lo que Alfonso V ordenó reconstruir a principios del siglo XI las Torres del Oeste, el antiguo Castellum honesti, para que de este modo, la villa dejase de ser asaltada, disfrutando así de una gran prosperidad durante los siglos XII y XIII.

El arzobispo Diego Gelmírez, nacido en las Torres de Oeste, fue uno de los artífices de esa prosperidad.
Él fue quien construyó un muelle a orillas del Sar , ya que Padrón tuvo puerto hasta el siglo XVII, cuando los aluviones del río Sar produjeron la retirada de la ría.
Desde donde ahora se sitúa la iglesia de Santiago y la calle Murgadán, salieron las primeras galeras de la Marina española.
El arzobispo Rodrigo de Luna, en el siglo XV, moró dos años enteros en Padrón con todo el cabildo compostelano, con el fin de protegerse de los condes de Altamira. Su hermoso sepulcro con estatua yacente puede verse en la iglesia de Iria Flavia.


Que en realidad el Pedrón sea un ara romana, no quita ni resta valor religioso/histórico a este bloque granítico, que se convirtió en todo un símbolo para millones de peregrinos que llegan de manera ininterrumpida hasta Compostela y que luego descienden incluso a esta localidad, puesto que "quien va a Santiago y no va a Padrón, o hace la romería o non".

Otros, al contrario hacen la hoy denominada Ruta Marítima.
Emulando a sus antepasados, desembarcan aquí para continuar camino hacia la tumba del Apóstol. El ara romana tiene una inscripción alterada siglos más tarde (se le añadió una cruz y se le cambió el nombre propio que figura en él), que algunos traducen por "La Neptuno los catorienses pusieron de su bolsillo".




De aquel templo sólo se conserva una piedra, que se distingue al lado de la puerta que da al "Espolón", y en ese bloque granítico está grabada a inscripción "Dominus Eclesia Procurator edificavit in era MCLXXI", que se traduciría al castellano actual por "El señor procurador de la iglesia edificó en la era MCLXXI".
El templo desapareció y se modernizó, ahora en estilo gótico, por orden del obispo Lope de Mendoza. Pervivió incluso estos tiempos un púlpito de piedra tan solo, porque a mediados del siglo XIX fue levantado en el lugar el actual, con una fachada simétrica paradigmática del estilo ecléctico.
La iglesia de Santiago de Padrón constituye para la villa que la acoge, desde los orígenes altomedievales del primitivo nucleo poblacional, uno de los edificios más íntimamente vinculados a su historia y al desarrollo de su urbanismo y cultura, produciéndose entre templo y comunidad una suerte de integración-identificación basada en los recuerdos piadosos vinculados a las tradiciones de la evangelización jacobea y de la traslación del cuerpo del apóstol de Palestina a Galicia.
Y es que la edificación del templo padronés, está íntimamente ligada a la creación de la propia villa de Padrón. Ya en el siglo X se tiene constancia de la existencia de la Villa Patrono, formando parte de una donación al Monasterio de San Martín Pinario. Y por el año 920, el obispo Gudesindo manda construir la primitiva iglesia de Padrón.


A pesar de las últimas reconstrucciones, en 1854, la iglesia de Padrón amenazaba desplomarse, por lo que tuvo que cerrarse al culto.
Para esta nueva reconstrucción, que García Cuesta pretende sea una reconstrucción integral de la iglesia parroquial, se hace un presupuesto de 251.077 reales.  Para ello, el prelado compostelano acude al Gobierno de Isabel II, que luego de tres años, da su aprobación a tales obras.
Estas concluyeron el 29 de agosto de 1867 y el 27 de noviembre de dicho año, el párroco de Padrón bendice este nuevo templo.
Fue por este tiempo, y con motivo de estas obras de mejora del templo parroquial, cuando se crea la parroquia de Padrón, independizándose así de la de Iria Flavia.
El 24 de diciembre de 1877 el cardenal Payá,decretó al Apóstol Santiago el Mayor como santo patrono de la nueva parroquia y villa de Padrón.

En los exteriores de la Iglesia de Santiago, podemos ver en plena alameda, un monumento erigido en honor y recuerdo a la gran Rosalía de Castro. (Santiago de Compostela, 24 de febrero de 1837 - Padrón, 15 de julio de 1885)
Hablamos de la figura central del resurgimiento de la literatura gallega en el siglo XIX, autora de Cantares gallegos (1863), obra fundacional del mismo al ser uno de los primeros libros enteramente escrito en gallego de la Edad Contemporánea.
Rosalía de Castro, fue bautizada con los nombres de María Rosalía Rita.
Hija de madre soltera (María Teresa de la Cruz de Castro), perteneciente a la baja nobleza gallega, tradicionalmente se ha venido sosteniendo que su padre fue el sacerdote José Martínez Viojo, si bien no existe ninguna prueba documental acerca de la paternidad de éste.
Rosalía nunca disfrutó de una buena salud, estuvo luchando siempre con la enfermedad y a menudo con cierta penuria. En sus obras puede apreciarse su gran personalidad, su carácter recio y una profunda empatía con los desvalidos (en concreto, con la emigración de los campesinos gallegos)


Rosalía de Castro, murió de cáncer a los cuarenta y ocho años en su casa de Padrón, que hoy es un museo. A pesar de que pidió que sus restos descansaran en su cantado cementerio de Adina, en Iria Flavia, en 1891 su cuerpo fue exhumado y trasladado al Panteón de Galegos Ilustres en la Iglesia de Santo Domingo de Bonaval (Santiago de Compostela), donde actualmente se encuentra.

Otro enclave que nos os podéis perder a vuestro paso por la bonita localidad de Padrón.

Sin más me despido agradeciendo de nuevo vuestra atención.

Fotografía  y edición por Karkallón. 
Fuente consultada. www.concellodepadron.es

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