martes, 28 de mayo de 2013

LA ALDEA MALDITA DE ABUIN

Más allá de la aldea de Abuín, en la parroquia rianxeira de Leiro, al otro lado del núcleo de viviendas, se oculta desde hace más de cuatro siglos una leyenda negra.
Sólo el silencio habita en las cinco casas en ruinas de la antigua aldea, condenada al olvido en el lugar más hondo del pueblo.
Estas casas, protegidas por un bosque tan hermoso como misterioso, guardan el secreto de la aldea maldita de Abuín.
En 1598 llegó a las Rías Baixas un barco procedente del País Vasco. A bordo, uno de los mayores enemigos que ha tenido la humanidad. Un arma mortal que muchos años después, en el siglo XX, durante la Segunda Guerra Mundial, se empleará incluso como arma biológica : la peste negra.


Existe una leyenda que data de los siglos XIV o XV, cuando la “Peste Negra” arrasaba Europa, diezmando su población. Se piensa que causó la muerte de más de veinticinco millones de europeos, pero esta leyenda en cuestión se centra en una pequeña aldea de Galicia, conocida como Abuín, perteneciente a la parroquia de Leiro en la provincia de Coruña.
Se encuentra en la demarcación de Rianxo, localidad mucho más conocida.


En esa época comenzaron a propagarse rumores sobre un fabuloso tesoro escondido procedente del saqueo de un monasterio cercano a esta pequeña aldea, el Monasterio de Armenteria , del que ya hemos hablado en el blog, e incluso se llegaba a afirmar que existía un fabuloso botín enterrado por los pueblos nórdicos tras sus incursiones.
Muchos de los lugareños consideraron que los ladrones del tesoro del Monasterio habían cometido sacrilegio y que las iras divinas se cebarían sobre ellos.
Se hablaba también de otra extraña maldición para todo aquel que recogiera un cáliz (para otros, un casco de oro finamente labrado) que le sería arrojado por un cura.
Probablemente, y al igual que muchas de las leyendas que aún hoy se transmiten de boca en boca, nada de esto fuera cierto, pero las largas noches de invierno alimentaban estas creencias por el gran respeto y temor que sentían hacia el Más Allá.





Lo cierto es que Abuín se transformó en una aldea maldita al sufrir en sus carnes la virulencia de la Peste Negra, totalmente extendida por la península Ibérica.
Tras la muerte de muchos de sus habitantes, los que sobrevivieron, estaban horrorizados pensando que la causa de sus males tenía procedencia divina como castigo por la profanación del tesoro religioso robado en Armenteira, y comenzaron a huir de aquel terrible lugar, al que comenzaron a considerar como una aldea
maldita.

Hay que tener en cuenta los precarios medios de la medicina de aquella época y la ostensible virulencia de la Peste Negra que actuó de forma atroz, provocando la muerte rápida en un tercio de la población en el mejor de los casos. Los lugareños no tuvieron duda alguna de que el infortunio se encontraba en el interior de la aldea, por lo que trataron de abandonarla con rapidez, no sin antes dejar, tal como se constata en lo que debió ser la calle principal que cruzaba el pueblo, unas marcas que se han relacionado como los avisos para todo aquel que osara poner los pies en su interior. Lo que probablemente no sabían, o no querían saber, es que la Peste Negra llegó a la zona a través del puerto de O Grove en algunas naves de carga procedente de los países europeos ya muy afectados por la enfermedad, quizá a caballo entre los siglos XIII y XIV, extendiéndose por la comarca como un reguero de pólvora.


Hoy en día, todavía pueden verse los muros de tres viviendas y los suficientes restos de piedras de construcción desperdigadas en el entorno que dan idea clara de la existencia de otras viviendas.
Para llegar a Abuín hay que tener conocimiento de su existencia y una idea aproximada de su ubicación, ya que no se llega con coche y es necesario caminar y adentrarse en el monte, poblado de árboles que apenas dejan intuir lo que protegen.
Las silvas, típicas plantas de los montes gallegos, provistas de abundantes y fuertes espinas, las hiedras, árboles, arbustos y una gran maleza, ocultan y protegen los restos de este poblado maldito.
Dada la precariedad de medios de los habitantes de la aldea maldita, no tenían grandes posibilidades de huir muy lejos. Sus posesiones y sus tierras estaban ubicadas allí, y de ellas malvivían. Su extraña huida no les condujo mucho más lejos de las últimas paredes de las casas del pueblo. Se asentaron de nuevo, algunos construyendo sus nuevas viviendas casi pared con pared de las que consideraban malditas, pero con el tímido convencimiento de que el meigallo que acabó con la vida de aquel lugar, no saldría del entorno de la aldea.

Decir que todo lo comentado va en relación con la vieja aldea de Abuín, pero hoy en día muy próxima a ésta, tenemos la nueva aldea de Abuín, en la que viven sin ningún tipo de problema un buen puñado de vecinos.



Un lugar curioso y diferente que merece la pena conocer.

A modo de cierre, os dejo un video en el que podéis ver parte del acceso a la aldea y también algunas de las derruidas casas que a día de hoy aún perduran.





Sin más me despido, no sin antes agradecer de nuevo vuestra atención.
Un cordial saludo de vuestro amigo Eugenio, alias Karkallón.


Fuentes consultadas.
www.galiciaparaelmundo.com 
La voz de Galicia

Foto edición y video por Karkallón.

martes, 7 de mayo de 2013

CASTILLO DE PAMBRE


CASTILLO DE PAMBRE - diapositivas


He visitado ya hasta el momento diversos castillos repartidos por la geografía gallega, pero me quedaba pendiente la visita a uno de ellos que tenía muchas ganas de conocer.  Se trata del llamado Castillo de Pambre, en la localidad lucense de Palas de Rei, en la comarca de Ulloa. 
Se encuentra bastante apartado del núcleo urbano, en un pequeño valle a las orillas del Río Pambre.


El exterior del Castillo es realmente imponente, conservándose en muy buen estado casi  todos sus elementos.
En cambio, una vez accedemos a su interior, se puede comprobar cómo el paso del tiempo ha ido mermando y destruyendo gran parte de su contenido.
Fue uno de los únicos castillos que no fueron destruidos en la revuelta irmandiña del año 1.467, pasando a ser un icono y destino turístico de gran interés en toda la comarca de Ulloa.





El Castillo está rodeado por una impresionante muralla  defensiva de unos 5 metros de espesor, y el acceso se realiza por una pequeña puerta con Arco de medio punto situada en un lateral del Castillo. En ella se puede ver el escudo de armas de la familia Ulloa.

Dentro de la muralla nos encontramos con el edificio de planta cuadrada con 4 torres en las esquinas. En el centro se sitúa la gran torre o Torre del Homenaje, con tres plantas.
Se pueden ver algunas salas a lo largo del muro interior del castillo que en su día hicieron las veces de despensas, aljibes y celdas, aunque todo está muy deteriorado y diversos cascotes y escombros de todo tipo entorpecen el paso a cada momento.

Existe anexa a la parte frontal de Castillo una pequeña capilla llamada de San Pedro. Su origen está datado en el siglo XII y en ella aún podemos observar un pequeño altar y algunas piedras de la época en las que persiste la marca de los canteros de aquel momento.



El castillo en la actualidad es de propiedad privada, pertenece a la Congregación de los Hermanos misioneros 
de los enfermos pobres de Vigo, gracias a la donación en el año 2009 de Manuel Taboada Fernández (Conde de Borraxeiros), aunque parece que la Xunta de Galicia comienza a dar pasos para la compra definitiva del Castillo, después de que  los últimos años lo estuviese prometiendo e incluso llegase a destinar algunas partidas del presupuesto para acondicionar el Castillo y su entorno.

Se estima que la Xunta deberá pagar por el Castillo en torno a los 3 millones de €.


En cuanto a la historia del Castillo vamos a destacar algunos puntos.

La fortaleza se erigió a final del siglo XIV de la mano de Gonzalo Ozores de Ulloa. En 1.484 pasa a ser propiedad de los condes de Monterrei como fielato con funciones militares de custodia del Camino de Santiago y de cobro de portazgos.
Con el tiempo, la estabilidad interna de Galicia dentro del conjunto de los reinos de España y la decadencia del Camino de Santiago tras la Reforma Protestante del centro y norte de Europa, ocasionan que su función principal acabe derivando en núcleo de producción agropecuaria de las tierras vinculadas a la propiedad de la fortaleza, en la rica comarca lucense de A Ulloa.
Esta situación es la que refleja el documento de aforamiento a perpetuidad del año 1702, que describe la ruina de la construcción principal y confirma el foro a la familia Moreiras, que ya venía ejerciendo como caseros desde tiempo atrás.
A mediados del siglo XIX el Duque de Alba cede la propiedad a la familia Moreiras. 


El último propietario de la familia Moreiras fue Manuel García Blanco, polifacético erudito y recordado catedrático del Instituto de Lugo, Delegado Provincial de Estadística y miembro correspondiente de la Real academia Gallega y de la Real academia de la Historia, quien reivindicó en repetidas ocasiones, sin éxito, su puesta en valor por parte de las instituciones, fundamentalmente la Diputación Provincial de Lugo y el Ministerio de Cultura.
 Al final de su larga vida, vende la propiedad a Manuel Taboada Fernández, que la cierra y la sume en el abandono, dejando arruinarse las construcciones y acabando con la producción agropecuaria.

En el año 2009, por disposición testamentaria de Manuel Taboada, pasa a ser propiedad de los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres, organización benéfica de la ciudad de Vigo, con quien en 2011 la Xunta de Galicia se encuentra en negociaciones para adquirir la propiedad tal y como hemos comentado anteriormente.



Para finalizar este reportaje, os voy a dejar un par de cosas.
Por un lado, un vídeo realizado en mi visita, en el que podréis echar un vistazo a diversos puntos clave del Castillo. Podréis dar conmigo un breve paseo por el exterior e interior del Castillo y entrar en la pequeña capilla de San Pedro.
En segundo lugar, os dejo algo breve pero curioso.
Estuve realizando algunas grabaciones en dependencias muy concretas del Castillo. 
Concretamente en la Capilla, en el Aljibe y en alguna otra sala.
No se dieron apenas resultados en los análisis de los audios, excepto en uno de ellos.
Tan solo pude recoger una inclusión extraña entre los numerosos audios grabados, pero creo que es un documento bastante claro que repite una palabra que yo en ese momento pronuncio.
Como os decía me encontraba en el aljibe, describiendo lo alto, oscuro y estrecho que era ese habitáculo. Justo en el momento que pronuncio la palabra ESTRECHO, una voz susurrante se cuela repitiendo la misma palabra.
Os la dejo aquí debajo, para ver si vosotros también la apreciáis.

Este es el video del paseo por el Castillo y a continuación os dejo otro con esta peculiar Parafonía. PARAFONÍA


Un cordial saludo de vuestro amigo Eugenio, alias Karkallón.

Edición, fotografía, video y análisis de audio por Karkallón.
Fuente consultada para la realización de este reportaje, Wikipedia.