martes, 31 de agosto de 2010

SANTUARIO DE SANTA MINIA


En Brión, concejo cercano a Compostela, en la provincia de A Coruña, al pie del histórico castillo de los Condes de Altamira , a la sombra noble de centenarios robles, se yergue el Santuario de Santa Minia, la adolescente mártir romana hallada en la Catacumba de Santa Inés hace dos centurias y cuyo fundador fue don Luis Tobío.

El cuerpo de Santa Minia fue hallado en el cementerio de San Calixto en 1781. Fue entregado a la Iglesia metropolitana esmirnense el 20 de enero de 1841.
El 17 de Abril del año 1783, se extrae el Cuerpo de Santa Minia de su sepultura, en el cementerio de Santa Inés,con su lápida.
El día 8 de junio del año 1804, Bartolomé Menochio; obispo Porfiriense y prefecto del Sagrario Apostólico, saca con mandato de su santidad el Papa Pío VII, los sagrados restos de la Santa, incluida la lápida, del cementerio de Santa Inés y dona al Ilmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan Francisco Arieta, los sagrados restos de la Santa, facultándole para donarlos a su vez a otros .
El día 10 de agosto de 1804, hace su entrada en la casa y oratorio de Tomás Anduaga, en Cádiz, que hizo constar la fecha en la lápida originaria.
El 27 de octubre de 1847, cerrado el oratorio tras la muerte de don Tomás, la Santa pasó a manos de un representante de la casa Anduaga y administrador principal de una de las loterías de Cádiz, D. José Finoquio, que la regaló, según declaración hecha en esta fecha, a don Luis Tobío, paisano de Brión y antiguo servidor del prócer gaditano.

Al hacerse cargo de la preciosa dádiva, don Luis Tobío se instruyó sobre el modo de transporte a Galicia, que realizó por mar al puerto de Vigo, continuando su itinerario por el interior de la provincia de Pontevedra y de A Coruña hasta Brión, a donde llega el día primero de agosto de 1848.
El día cuatro de este mes dirige su primera instancia al arzobispo de Santiago, solicitando la entronización de la Urna con los restos humanos de la Mártir en la iglesia parroquial, y se le conceda el debido culto.
El 17 de noviembre de 1848, el arzobispo de Santiago, Fr. Rafael de Vélez reconoce oficialmente el culto de Santa Minia, ordenando que la Santa sea colocada en lugar eminente de la iglesia parroquial, para que esté expuesta a la pública veneración: debiendo permanecer sus sagrados restos -formando cuerpo bajo la pasta modelada y la bordada túnica de noble doncella romana- guardados en urna, cerrada y sellada.

El 23 de junio de 1849 el arzobispo Fr. Rafael de Vélez, en su residencia de verano de Lestrove, autoriza la construcción del santuario en el solicitado lugar de Pedrouzos (ahora "Lugar de Santa Minia"). Despues de vencer numerosos contratiempos, el 17 de enero de 1851, del arzobispado se comunica al arcipreste el permiso para el inicio inmediato de las obras.


Las obras se pusieron en marcha con arreglo a planos presentados por D. Manuel de Prado y Vallo. Entre 1851 y 1857 se construye la nave y sacristía, cuya ejecución fue adjudicada en subasta pública al maestro cantero, don Manuel Novás. En julio de 1857 se comenzó la edificación de una nueva estructura: el crucero y la barroca cúpula.
Finalmente se concede a don Luis Tobío el patronato de Santa Minia, con derecho a la décima parte de todos los ingresos. Sus descendientes lo ejercieron hasta 1977. Debían atender a los servicios de sacristán en el culto del santuario

Al fondo de la nave, en el extremo opuesto al que será un día la cabecera del templo, está el altar mayor. La urna de la Santa, sobre la que posa la figura de un ángel, mostrando la palma simbólica del martirio, centra la composición neoclásica de su retablo, que culmina en un frontis flanqueado por dos ángeles-acróteras, y con una representación de la trinidad, obra posterior, de 1929, del taller santiagués de Carballido.

En el trasaltar, un estrecho pasadizo conduce el continuo fluir de devotos a una pequeña cámara elevada, a modo de "confessio" de las antiguas iglesias de peregrinación, para besar la urna.
La concepción artística de la nueva urna, obra del escultor y profesor de arte Sr. Pedre, de Santiago, en la que se conjugan varios estilos, sustituyó a la línea sobria y clásica de la urna primitiva, que ahora se guarda, como una reliquia más, en una de las dependencias de la capilla.
Se confeccionó un nuevo vestido para la Santa: blanca túnica de raso, tono cremoso, con bordaduras de oro.

Cada 27 de Septiembre, se celebra en Brión la fiesta en honor a la Santa.
Miles de personas se acerquen a la capilla de la patrona para participar en la tradicional romería, que congrega anualmente del orden de unas 25-30.000 personas en este pequeño y bonito pueblo gallego.
Los romeros se encomiendan a la santa y piden fundamentalmente favores en lo que a salud se refiere.
La fe hacia la Santa se hace palpable entre las gentes del lugar en cualquier momento del año, tal y como me han hecho ver algunos vecinos con los que he podido conversar, quien la veneran y adoran de una forma espectacular.

Tanto por la rica historia que acompaña a esta Santa, como por el precioso entorno donde está ubicado el Santuario, os recomiendo fervientemente la visita a este mágico y hermoso lugar, en el que se respira una paz y tranquilidad difícil de percibir en cualquier otro lugar.

Un cordial saludo de vuestro amigo Eugenio. Alias Karkallón.

Fuente consultada para la realización de esta entrada. www.santaminia.org/
Fotos y edición. Karkallón

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