miércoles, 6 de noviembre de 2013

SANTA MARÍA DE CAMBRE

Os voy a hablar en esta nueva entrada de una auténtica joya que se encuentra en una cercana localidad a la ciudad de La Coruña. Me refiero al bonito municipio de Cambre.
Cambre está situado al noroeste de Galicia, en la provincia de La Coruña, a 12 km en dirección sureste de la capital de la provincia, La Coruña. Está compuesto por 12 parroquias y cuenta con una población estimada de unas 24.000 personas.




El monasterio de Cambre, hoy conocido como la Iglesia de Santa María de Cambre, se erige como monasterio familiar y hereditario. Esta tipología monástica tuvo una gran difusión en Galicia en los primeros siglos de la Reconquista.

En la segunda mitad del Siglo IX, el conde Alvito, con sus hermanos Vistiverga, Urraca y Odracia, decidieron patrocinar la fundación de un monasterio para lo que dispusieron de cuantiosos bienes en los que estaban incluidos los valles de Calambre (Cambre) y Elviña. El lugar elegido para este fin fue Cambre.

En el Siglo X el monasterio está regido por el Abad Don Munio; le suceden sus sobrinos Alvito II y Gutierrez, quienes en el 942 agregaron el monasterio con todas sus posesiones al de Antealteres, en Santiago, al que permaneció anexionado con rango de priorato hasta finales del Siglo XV.



El hecho más importante de estos siguientes siglos es la construcción de la iglesia bajo el patrocinio de la poderosa familia de Traba sobre el primitivo edificio. Una inscripción hallada permite fijar la construcción de parte de la obra en 1194.

Aparte de esta inscripción, existen otras dos más.
En el salmer de un arco se puede leer MICHAEL PETRI ME FECIT -Miguel Pedro me hizo, y en uno de los pilares pareados que cercan la capilla mayor aparece otro nombre, PETRUS EAN DEI MILES - Pedro Ean soldado de Dios.
De estas inscripciones se podría deducir que los caballeros templarios fueron los constructores o promotores de la obra y la fecha 1194, la terminación de la primera etapa.

En 1478, los Reyes Católicos, con el consentimiento del Papa Inocencio VIII, decidieron unir la abadía de Antealteres a San Martín Pinario , en Santiago , para evitar la amenazadora ruina total. A Antealtares le siguió Cambre.

En 1589, el terrible corsario inglés Drake, sitia La Coruña y no consigue tomarla, pero asola los alrededores entre los que se encuentra Cambre, cuya iglesia sufrió la demolición e incendio por parte de los ingleses.

Con la invasión napoleónica sufre nuevos destrozos. Y con estos avatares de destrucciones y reparaciones sucesivas, llega hasta nosotros como parroquia con un valor artístico innegable.



La iglesia es un edificio de tres naves y crucero. La cabecera está constituida por presbiterio rodeado por cinco capillas absidales que se abren a la girola o deambulatorio.
La utilización de la girola, propia de una iglesia de peregrinación, puede deberse, al igual que en Osera y Carboeiro que también la poseen, al afán de imitación de Compostela.

Corre la hipótesis que el mismo maestro Mateo dirigió las obras. En Cambre, Osera y Carboeiro, no se dio la afluencia masiva para adorar reliquias. En cambio se comprueba que en todas las que tienen girola fueron monasterios. Se podría admitir que fue la necesidad de las procesiones que eran muy frecuentes en los cluniacenses (Cambre y Carboeiro) y menos en los cistercienses (Osera), la que motivó su construcción. Posteriormente se hicieron los Claustros Procesionales.
La fachada situada al oeste, está ejecutada con un canon muy extendido en Galicia. Presenta tres calles separadas por dos contrafuertes centrales que a la vez contrarrestan el empuje de los arcos formeros.
El rosetón rodea sus calados interiores con un círculo de baquetón en el que se desarrollan arquitos polilobulados, motivo se repite en las ventanas laterales de la fachada. El quitalluvias, muy sencillo, está sustentado por seis canecillos en los que parecen descubrirse de izquierda a derecha: proa de barco, dos pequeños mamíferos, personaje con un libro, músico con instrumento de cuerda y arco, cabeza de becerro y cabeza de lobo.




Durante las fiestas de Pascua de 1146 el abad Bernardo de Claraval exhorta a la Segunda Cruzada apoyado por una bula del Papa Eugenio III. A esta llamada responden 150.000 cruzados que partirán hacia Jerusalem. Los germanos al mando de Conrado III salen de Regensburgo y llegan a Palestina por Hungría y Bulgaria.
Los franceses dirigidos por Luis VII parten de Metz y siguen también la ruta por tierra.

A su vez, el 19 de mayo de 1147 un ejército de Cruzados compuesto por ingleses, alemanes y flamencos, embarcados en unas 200 naves, partieron del puerto de Dartmouth hacia Tierra Santa.

Por causa de un fuerte temporal la flota se ve obligada a refugiarse en la ría de Noia, donde descansaron, hicieron acopio de víveres, repararon sus naves y visitaron la tumba del Apóstol Santiago el 8 de junio de 1147, en que celebraron la fiesta de Pentecostés.

Este ejército en apoyo de Alonso Enriquez conquistaría Lisboa en 1149 con la ayuda de Templarios portugueses.

En la preparación de esta Segunda Cruzada, el conde Don Fernando Pérez de Traba tuvo ocasión de conocer a San Bernardo, por el cual sentía gran admiración y de este conocimiento surge el apoyo de dicho conde a los hermanos del Císter y a la Orden del Temple.



Probablemente Don Fernando junto a su hermano Bermudo y a su primo Don Menendo Rodríguez aprovechasen la llegada de la flota a la ría de Noia para sumarse a ella y posiblemente fuera la misma que al mando del Almirante Simon Dover, fondeara previamente en la ría de Viveiro.

La expedición terminaría en un rotundo fracaso, de la cual el Conde regresaría en el año 1148, fecha que coincide con la aparición en Galicia de diversos documentos que llevan su firma.

Hacia el año 1153 los Templarios restablecerían el orden en la zona, la cual controlaban mediante la fortaleza de Gaza. Por estas fechas el Conde realizaría su segundo viaje a Jerusalem, tal como se cita en un documento del 1º de mayo en Palas de Rei, en el que Don Fernando hace donación al monasterio de Sobrado y firma como "Comes Fernandus secundo Jerosolyman perrexi", debiendo regresar a mediados de 1154.

De este viaje, según Antonio López Ferreiro, el Conde de Traba pudo traer la hidria de pórfido que se conserva en la Iglesia de Santa María de Cambre, de la cual el Cardenal Jerónimo del Hoyo decía que Cristo había hecho el milagro de las bodas de Caná y que otra tradición afirma que fueron los caballeros Templarios quienes trajeron el ánfora de Palestina en la segunda Cruzada depositándola en la Iglesia de Santa María del Temple, situada a dos kilómetros de distancia de la de Cambre, a la cual llegaría una vez disuelta la Orden en el siglo XIV.



En Galicia el establecimiento de los templarios está ligado directamente con la familia Froilaz-Traba pues ellos dominaban todo el territorio y donaban tanto al Císter como al las órdenes de caballería, así es que la principal encomienda de Coruña,Burgo de Faro,la impulsó el conde Fernando Perez de Traba y despues se produce la expansión y en Portugal lo hace Doña Teresa también de la misma familia,una vez que se autoproclama reina en 1127. Respecto a la hidria, con el basamento nuevo mide aproximadamente 1,5 mts de alto y es de piedra caliza, aragonito y yeso, similar a alabastro.
En el bordillo dice IDRIE IHLM (Idria Jerusalén).

Tanto por su historia, como por lo bello del templo y de todos sus elementos tanto interiores como exteriores, se trata de un lugar digno de conocer y que recomiendo a todo el mundo que visite la Coruña o alrededores.
Sin más me despido agradeciendo de nuevo vuestro interés.


Fuentes consultadas
Wikipedia
Concello de Cambre





2 comentarios:

  1. Á fin un artigo sobre Sta. María de Cambre onde se detalla da súa relación Templaria.
    Saúdo, Eugenio.

    ResponderEliminar
  2. Me puedes decir esactamente cual es la historia de este monasterio?

    ResponderEliminar